EL PODER DE LA ORACIÓN
La oración, o el poder de conceder la salud permanente a nuestros cuerpos
e iniciar una era de paz y cooperación sin precedentes entre los gobiernos y las naciones.
Tomado del libro El Poder de la Profecía ("El Efecto Isaías", año 2000) de Gregg Braden.
ORACIÓN
MASIVA Y SEMILLAS DE MOSTAZA
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Además
de las predicciones escritas de los antiguos profetas, las condiciones que
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preceden
a un tiempo de grandes guerras se conservan en la tradición oral de muchos
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pueblos
amerindios. Quizá los acontecimientos que preparan el camino para semejante
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tragedia
estén mejor resumidos por el propio pueblo de la paz, los Hopi. En una parte
de
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su
profecía nativa, los Hopi nos recuerdan elocuentemente que cada vez que la
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humanidad
se aparta de las leyes naturales que afirman la vida en este mundo, nuestras
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elecciones
se reflejan en nuestra sociedad y en los sistemas naturales que nos rodean. A
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medida
que el corazón y la mente de los seres humanos se separan tanto que se
olvidan
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de
su mutua existencia, la Tierra actúa para recordarnos nuestros mayores
atributos.
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«Cuando
los terremotos, las inundaciones, los granizos, las sequías y las hambrunas
se
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conviertan
en algo habitual, habrá llegado el momento de regresar al auténtico camino.»
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Además
de ofrecer los signos de ese tiempo, las tradiciones de los Hopi van aún más
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lejos,
recomendando una forma de actuar que haga que el corazón y la mente de las
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personas
vuelvan a alinearse con la Tierra.
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Aunque
engañosamente simple, la profecía nos recuerda que «cuando se utilicen la
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,
entonces también ellos [los seres humanos] hallarán el verdadero
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camino».
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cuántico
que afirma que para cambiar el resultado de los acontecimientos que ya están
en
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curso,
tenemos que cambiar nuestras creencias respecto al propio resultado. Al
hacerlo,
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atraemos
la posibilidad que coincida con nuestra nueva creencia y liberamos las
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condiciones
actuales, incluso las que ya están en camino.
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Los
últimos estudios sobre los efectos de la oración aportan una nueva
credibilidad a las
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antiguas
proposiciones que sugerían que podríamos «hacer algo» respecto a los horrores
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de
nuestro mundo, tanto en el presente como en el futuro. Estos estudios se
suman a un
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creciente
número de pruebas, que indican que las oraciones con un propósito,
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especialmente
las que se realizan a gran escala, tienen un efecto predecible y verificable
|
sobre
la calidad de vida en el momento de la oración. Hay una serie de estudios,
apo-
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yados
en datos estadísticos sobre los cambios producidos en la vida cotidiana
cuando se
|
estaban
ofreciendo oraciones, como es el caso de delitos específicos y accidentes de
|
tráfico,
que han demostrado que existe una relación directa entre las oraciones y las
|
estadísticas.
En las épocas en que se reza, las estadísticas bajan. Cuando las oraciones
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terminan,
los datos estadísticos vuelven a subir hasta los niveles anteriores.
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Los
científicos sospechan que la relación entre la oración masiva y la actividad
de las
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personas
en las comunidades se debe a un fenómeno que se conoce como el efecto de
|
campo
de la conciencia. Al igual que la descripción de Joseph sobre la salvia, en
que la
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experiencia
de una planta afecta a todo el campo, los estudios con muestras específicas
|
de
la población parecen confirmar esta relación. Dos científicos, que se
considera que han
|
desempeñado
un papel primordial en el desarrollo de la psicología moderna, hicie-
|
ron
referencia claramente a tales efectos observados en los estudios, hace casi
cien años.
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En
un ensayo publicado originalmente en 1898, por ejemplo, William James sugiere
que
|
«existe
un continuo de conciencia que une a las mentes individuales, que se podría
|
experimentar
directamente si el umbral psicofisico de la percepción se bajara lo
suficiente
|
William James |
mediante
el refinamiento del sistema nervioso».
|
El
ensayo de James era una referencia
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moderna
a una zona de la conciencia, dentro de un plano de la mente universal, que se
|
encuentra
en toda forma de vida. Al usar las cualidades específicas del pensamiento, el
|
sentimiento
y la emoción, podemos conectar con esta mente universal y compartir sus
|
beneficios.
El propósito de muchas oraciones y técnicas de meditación es precisamente
|
En
el lenguaje de su tiempo, las antiguas enseñanzas nos indican que existe un
campo de
|
conciencia
similar, al que se puede acceder por métodos parecidos. La tradición védica,
|
por
ejemplo, habla de un campo de «conciencia pura» unificado que impregna toda
la
|
En
estas tradiciones, nuestras experiencias del pensamiento y de la
|
percepción
son contempladas como obstáculos, interrupciones en lo que de otro modo
|
sería
un campo inmutable. Al mismo tiempo, gracias a nuestra práctica de dominar la
|
percepción
y el pensamiento podemos hallar la conciencia unificadora como individuos o
|
como
grupo.
|
Aquí
es donde la aplicación de tales estudios resulta crucial en nuestros intentos
por
|
conseguir
la paz mundial. Si vemos el conflicto, la agresión y la guerra en el mundo
|
exterior
como indicativos de estrés en nuestra conciencia colectiva, entonces el
alivio del
|
estrés
colectivo también eliminaría las tensiones globales. Según Maharishi Mahesh
|
Yogui,
fundador de la Meditación Trascendental (MT), «Todos los actos de violencia,
|
negatividad,
crisis conflictivas o problemas en cualquier sociedad no son más que una
|
expresión
del aumento del estrés en la conciencia colectiva. Cuando el nivel de estrés
es
|
lo
suficientemente alto, estalla una gran escalada de violencia, guerra y
sublevación civil,
|
para
lo cual se requiere la intervención militar». La belleza del efecto de campo
es que
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cuando
se alivia el estrés en un grupo, los efectos se registran fuera del mismo, en
un
|
área
aún mayor. Este es el pensamiento que condujo a estudiar los efectos de la
|
meditación
y oración practicada por grandes grupos de personas durante la guerra
israelí-
|
libanesa
a principios de los ochenta.
|
En
el mes de septiembre de 1983, se realizaron estudios en Jerusalén para
explorar la
|
relación
entre oración, meditación y violencia. Aplicando las nuevas tecnologías para
|
probar
una antigua teoría, colocaron a personas que habían practicado las técnicas
de la
|
MT,
consideradas por los investigadores sobre la oración como un modo de oración,
en
|
lugares
estratégicos dentro de Jerusalén durante el conflicto con Líbano. La
finalidad del
|
estudio
era determinar si la reducción del estrés en esos lugares concretos se
reflejaría en
|
un
descenso de la violencia y de la agresividad a nivel :regional.
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Los
estudios de 1983 eran posteriores a otros experimentos que indicaban que
bastaba
|
con
que un uno por ciento de una población practicara formas unificadas de
oración y
|
meditación
por la paz para que se redujera el índice de criminalidad, accidentes y
|
suicidios.
Los estudios realizados en 1972 demostraron que , 24 ciudades
|
estadounidenses,
cada una de ellas con poblaciones de más de diez mil personas,
|
experimentaron
una reducción estadísticamente comprobable de la delincuencia cuando
|
tan
sólo un uno por ciento (cien personas por cada diez mil) de la población
participó de
|
alguna
forma en la práctica meditativa.
|
Maharishi Mahesh Yogui |
Efecto Maharishi |
Esto
se conoció como el «efecto Maharishi».
|
Para
determinar de qué modo ciertas formas de meditación y de oración podrían influir
en
|
la
población general en el estudio israelí, la calidad de vida se definió
mediante un índice
|
estadístico
basado en el número de incendios, accidentes de tráfico, delitos,
fluctuaciones
|
en
el mercado de valores y en el estado de ánimo de la nación. En el momento
álgido de
|
los
experimentos, 234 participantes meditaron y oraron, una mínima fracción de la
|
población
de todo Jerusalén. Los resultados del estudio mostraron una relación directa
|
entre
el número de participantes y el descenso de la actividad en las distintas
categorías
|
de
la calidad de vida. Cuando el número de participantes era elevado, el índice
de
|
incidencias
en las categorías citadas descendía. Los crímenes, incendios y accidentes
|
aumentaron
cuando el número de personas que oraba se
|
redujo.
|
Estos
estudios demostraron una alta correlación entre el número de personas que
oraban
|
y
la calidad de vida en los lugares vecinos. En estudios similares llevados a
cabo en
|
centros
urbanos importantes de Estados Unidos, India y Filipinas, se observaron
|
correlaciones
semejantes. Los datos de estas ciudades entre 1984 y 1985 confirmaron
|
descensos
en los índices de delincuencia que «no podían ser debidos a tendencias o
|
ciclos
de criminalidad, o a cambios en las políticas o procedimientos policiales».
|
LA
COSECHA ES COPIOSA,
|
AUNQUE
ESCASOS LOS LABRADORES
|
Durante
siglos, profetas y sabios han sugerido que si una décima parte de un uno por
|
ciento
de la humanidad colaborara en un esfuerzo unificado, se podría cambiar la
|
conciencia
del mundo entero. Si esas cifras son exactas, entonces un número
|
sorprendentemente
reducido de personas podría plantar las semillas de grandes
|
posibilidades.
En estos momentos se calcula que la población del planeta asciende a
|
aproximadamente
seis mil millones de habitantes; un uno por ciento de nuestra familia
|
global
serían sesenta millones de personas, y una décima parte de ese número,
alrededor
|
seis
millones. Seis millones de personas representan escasamente tres cuartos de
la
|
población
de Los Ángeles
|
Aunque
estas estadísticas puedan representar un número óptimo para producir un
|
cambio,
¡los estudios de Jerusalén y de otros grandes centros urbanos dan a entender
|
que
las cifras para iniciar semejante cambio pueden ser aún menores! Los estudios
|
indican
que los primeros efectos de la meditación u oración masiva fueron observables
|
cuando
el número de participantes en las oraciones era superior a
|
la
raíz cuadrada del
|
uno
por ciento de la población.
|
¡En
una ciudad de un millón de personas, por ejemplo,
|
este
valor representa sólo cien personas!
|
Aplicar
los descubrimientos localizados en las ciudades donde se han realizado las
|
pruebas
a una población mayor a escala mundial, puede suponer la obtención de
|
poderosos
e inesperados resultados. ¡La raíz cuadrada de un uno por ciento de la
|
población
del planeta, que representa sólo una fracción de los cálculos antiguos,
supone
|
únicamente
una cifra inferior a ocho mil personas! Con la llegada de Internet y las
|
comunicaciones
informatizadas, organizar meditaciones u oraciones coordinadas que
|
sean
seguidas por un mínimo de ocho mil personas es bastante viable. Como es
natural,
|
esta
cifra representa sólo el mínimo requerido para que empiece el efecto, una
especie de
|
umbral.
Cuanto mayor sea el número de participantes, más se acelerará el efecto.
Estas
|
cifras
nos recuerdan las antiguas admoniciones en las que nos decían que unas pocas
|
personas
pueden provocar un cambio en el mundo.
|
Quizás
esta sea la «semilla de mostaza» de la parábola que Jesús utilizó para
demostrar
|
nos
recuerda que «la cosecha es copiosa, aunque escasos los labradores».` Con las
|
pruebas
de semejante potencial, ¿cuáles son las implicaciones de dirigir este poder
|
colectivo
hacia los grandes retos de nuestro tiempo? Quizá ya hayamos presenciado el
|
efecto
de estas elecciones globales en ejemplos como la oración por la paz la
víspera de
|
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